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la sangre no me sube a la cabeza
y estoy harta de las canciones de los hombres divertidos
póngome un chal en la cabeza y anoto
este color es bellísimo pero no me queda
ando pateándome los pies
qué debo hacer
oh
mala comida me deja con calor en las mejillas
me espera la noche más ruidosa de la semana
sábado en la avenida por llenar
mi memoria de historias con un modo de decirse
pero ay
es mi pereza
un ancla que llega al fondo más alto
y apenas digo esto me detengo
pienso doblegar
el curso de mi sangre
pronto pronto queda poco tiempo
qué va a pasar después?
cómo serviré mi mañana en un ovillo?
me siento
como una punta de estrella
lejana de toda inteligencia
detenida en su fulgor
así
cómo pensar
más que en la suerte del día
el sabor del pan
el calor de mi poncho azul-celeste


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